
ELABORACIÓN:
- Pelar y cortar las patatas en bastoncitos. Ponerlas en un cazo con agua unos minutos para que pierdan el almidón y no se adhieran entre ellas. Escurrirlas y secarlas. Freírlas a fuego medio con abundante aceite de oliva y los ajos sin pelar, aplastados para que le den aroma.
- Freír ligeramente las lonchas de jamón sin añadir grasa, solo con la que suelte el propio jamón a fuego suave, hasta que quede un poco crujiente y dorado. Retirar y reservar en papel absorbente. Sofreír la trufa ligeramente y reservar.
- Freír los cuatro huevos en aceite de oliva. Luego, colocar los huevos encima de las patatas y romperlos. Por último añadir el jamón troceado y la trufa. Salpimentar teniendo en cuenta que el jamón es salado y añadir unas gotas de aceite de trufa.
PROPIEDADES Y BENEFICIOS DE LA TRUFA
La trufa es uno de los alimentos más buscados del mundo gourmet. Su sabor único y su increíble textura atrae a numerosos amantes, aunque también a algún detractor. Además de su sabor inconfundible, la trufa aporta numerosos beneficios para la salud debido a sus propiedades nutricionales, al igual que otros hongos. La Fundación Española de Nutrición recomienda su consumo en cantidades moderadas.
El sur de Italia, Francia, África y España (especialmente Cataluña central) son las zonas donde más se producen gracias a sus bosques de robles y su humedad. Aunque existen diversos tipos de trufas, la trufa blanca es más exclusiva y la negra la más consumida, ya que se puede cultivar.
Debido a su alto precio, se suele consumir en cantidades pequeñas: rallada, en láminas, como aroma para platos de queso, pizza, pasta, en aceite… Un truco para utilizarla con huevos ahorrando es dejarla reposar durante varios días junto a los huevos en la nevera. La porosidad de los huevos facilitará la absorción de todos los aromas de este hongo. Además, recuerda que si la quieres usar hay que añadirla al final.
En cuanto a su contenido nutricional, destaca la presencia de sodio, hidratos de carbono, magnesio, proteínas, agua (75-90%). Apenas tiene grasa porque su aporte calórico es ínfimo. Además, es rica en fósforo, selenio, yodo, potasio, hierro, azufre y calcio. Destacan las vitaminas C, B2, B9 y B3.
Sus beneficios para nuestro cuerpo son muy diversos. En primer lugar, es buena para nuestra piel porque se la considera un botox natural debido a la cantidad de antioxidantes que contiene.
Su poder antioxidante es muy conocido también porque ayuda a combatir el envejecimiento de nuestro organismo y favorece la prevención de enfermedades cardiovasculares. Reduce la glucosa en sangre y el colesterol malo (LDL) en nuestro cuerpo.
Si quieres adelgazar, su consumo está altamente recomendado debido a que no contiene mucha grasa, por lo que no nos aportará muchas calorías.
¿Te animas a probarla e incluirla en tus recetas? ¡Disfruta de su exquisito sabor, es adictivo!
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